El nuevo equipo de formadores del Seminario Diocesano María Madre de la Iglesia de Gualeguaychú asumió sus tareas este lunes 2 de marzo en una celebración presidida por el obispo local, Mons. Héctor L. Zordán.
Antes de iniciar la misa, los nuevos formadores hicieron el juramento de fidelidad y profesión de fe. Integran la nueva conducción pastoral del seminario el P. Mauricio Landra como rector; P. Mario Tournoud, como director de pastoral; P. Marcelo Carraza como director espiritual; P. Joaquín González como director de estudios; estos los últimos ya venían desempeñando esta función.
La misa tuvo lugar en la capilla del seminario que estaba colmada de fieles, hecho que fue destacado por Mons. Zordán en su homilía como un “signo del aprecio que nuestra comunidad diocesana tiene por el seminario, donde se forman los futuros pastores”.
El obispo recordó también que “se dice que el seminario es “el corazón de la Diócesis”; y esta participación es signo de ello. No sólo debemos preocuparnos por rezar por las vocaciones sino también por acompañar el camino formativo de los seminaristas, como lo hacemos cuando visitamos el seminario, nos ocupamos en sostenerlo económicamente, compartimos la adoración eucarística y la misa los jueves”.
Mons. Zordán hizo referencia a la imagen evangélica de Jesús enviando a los discípulos de dos en dos delante de él para que prepararan su visita. Dijo que es la que mejor escena “que ilumina este acontecimiento, porque éste es un verdadero envío misionero de los nuevos formadores del Seminario, en el que se les confía un delicado ministerio eclesial: el de colaborar para que Jesús vaya creciendo y consolidándose en el corazón de los jóvenes formandos. Expresión de ese envío misionero será la bendición que recibirán en un rato más los miembros del nuevo equipo formativo”.
El obispo indicó también que en las orientaciones para la formación sacerdotal (Ratio Fundamentalis, nro. 132) se habla de “equipo formador”, y se especifica que no es por una necesidad funcional o para una mayor eficacia en la tarea encomendada, sino para que sea una “comunidad sacerdotal” la que, con un testimonio coherente y elocuente, forme a los futuros pastores, trasmitiéndoles los valores propios del ministerio sacerdotal. “Una comunidad que tenga todas las características de una “comunidad cristiana”, tal como los enseña el Evangelio”, expresó.
Finalmente, Zordán exhortó a los miembros del nuevo equipo de formadores a poner lo mejor de cada uno para crecer en ese estilo de comunión que los haga “comunidad formativa”, “y a todos a pedir confiadamente ese don para estos hermanos sacerdotes”.
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