El obispo. Héctor Zordán, presidió la misa por la Patria en la catedral de Gualeguaychú al conmemorarse los 210 años de la Revolución de Mayo.
En su homilía, Zordán dijo que “pensar en la Patria es mirar el hoy y el aquí, y no sólo la historia”. Por eso la Palabra de Dios, en el texto de la carta a los romanos leído en la primera lectura, aporta “pistas para mirar e interpretar nuestro presente”.
En este sentido el obispo recordó que allí se habla de “sufrimiento presente”: incertidumbre, temor, gente que la pasa mal. “Pero también intuimos que hay un tiempo nuevo que se está gestando: se habla de “dolores de parto”, de “gloria futura”, de “plena realización”, dijo Zordán.
“Caminamos este tiempo de “gestación” desde la esperanza: mientras se espera se camina a oscuras porque se espera lo que aún no se ve. Se requiere una esperanza activa: ser protagonistas en lo que se espera; no sólo “atajar penales” sino ser capaces de construir algo nuevo”, comentó.
El obispo de Gualeguaychú dijo además que “tenemos la certeza de una presencia, aún en este tiempo. Es el Espíritu de Dios que ayuda en la debilidad, da luz para discernir e intuir la presencia de Dios en las circunstancias más desgraciadas, y hace nuevas todas las cosas”.
Luego, a partir del texto del Evangelio de Mateo sobre las bienaventuranzas, Zordán dijo que allí “se nos propone un programa de vida creyente/discipular”. Pero el riesgo es mirarlo como un proyecto intimista, sólo desde la vida privada. Por eso recordó que toda enseñanza del evangelio tiene una fuerte dimensión comunitaria y social.
Finalmente hizo un llamado a creer en la fuerza transformadora del obrar cristiano y a comprometernos a ser transformadores de la sociedad desde la fuerza del evangelio vivido en la cotidianeidad y en los diversos ambientes donde estamos.
