top of page

Diácono Carlos Paniagua, 10 años de su ordenación diaconal

  • Administrador
  • 7 may
  • 3 Min. de lectura

“Mi mayor desafío es que haya otro diácono en Victoria”

Carlos Paniagua, un hombre que está escribiendo de puño y letra su presencia en la historia clerical victoriense desde su rol de diaconado permanente.

¿Porqué aquella aseveración?, porque el pasado 2 de mayo, cumplió una década en su servicio diaconal en la urbe y ruralidad del departamento Victoria, siendo el primero en la ciudad, amén de ser parte de la primera promoción de la Escuela de Diaconado Permanente, perteneciente a la Diócesis de Gualeguaychú.


Desde COMUNIÓN EN RED dialogamos sobre su trayectoria en el servicio, que lleva 10 años. Una vocación sembrada en Quilmes provincia de Buenos Aires y cosechada entre colinas y mesetas entrerrianas.


Vocación

“Mi vocación nace en el momento en que comencé a transitar el camino de Dios, en el año 1989 en Quilmes, provincia de Buenos Aires” indicó, destacando aquí en su relato la presencia y figura de su esposa Mercedes Palavecino, clara compañera “de la ruta elegida”, quien lo apuntaló en aquellos días para dedicarse a la catequesis de adolescentes, siendo aquello la siembra de su actual cosecha, pasando luego a la Escuela del Ministerio, fundada por el recordado Monseñor Jorge Novak, primer obispo de la Diócesis de Quilmes.

Pasado el tiempo, si bien su vida familiar transcurría en provincia de Buenos Aires, siempre estaba latente el deseo de afincarse en Victoria, situación ésta que finalmente se realizó, ya que la familia de su esposa Mercedes es oriunda de la zona rural de Montoya.

Al llegar a nuestra ciudad, Carlos y Mercedes se incorporan a la comunidad de parroquia San Roque de Montpellier, lugar que los cobijó desde siempre, siendo desde allí el Padre Héctor Trachitte un gran guía y referente de su servicio.

“Fue fundamental el acompañamiento de él, el discernimiento y me iba llevando realmente por donde debía ir” enfatizó, además de destacar la presencia de personas que oraban por su camino elegido.


El diaconado en familia

Claramente la presencia de Mercedes Palavecino, su esposa fue pilar y estructura en todo este trayecto, ya que fue justamente ella quien le incentivó a realizar la pertinente inscripción en la flamante Escuela de Diaconado Permanente abierta en la ciudad de Gualeguaychú.

A partir de allí un trajinar de viajes semanales enmarcaron y definieron un camino con un gran final de servicio anunciado.

“Escribí por entonces una carta al obispo Monseñor Lozano, firmada y avalada por mi esposa e hijas…en este caminar uno va perdiendo distintas costumbres en la familia, por ejemplo perderse un cumpleaños, un aniversario, muchas cosas, por eso es importante que la familia acompañe”.

En esa línea selló su relato “el acompañamiento familiar es fundamental pero más allá del acompañamiento es el saber que yo lo por amor a Dios y amor a la familia, por supuesto, porque desde el amor de Dios está el amor a la familia”.


El diaconado y la comunidad “roquense”

Párrafo aparte, Paniagua recalcó en el esfuerzo que imperó en él viajar semanalmente, “teníamos un autito medio viejito, nos quedamos en la ruta varias veces, pero yo rescato mi comunidad de la Parroquia de San Roque,  porque había miembros de la comunidad que llenaron el tanque de nafta del auto”.

Comentó que incluso en varias oportunidades les ayudaron económicamente para poder realizar la asistencia a clases.


El diaconado y la comunidad victoriense, la de “Aránzazu”

Carlos luego de transitar los albores de su servicio en Parroquia San Roque de Montpellier, hace tres años fue nominado adscripto en Basílica Nuestra Señora de Aránzazu, ampliando así el espectro de la “virtud” que le define.

“Es fundamental el sostenimiento de la comunidad desde la oración, esa oración que nos fortalece” exponiendo así el reconocimiento no sólo a aquellos que le sostuvieron en los momentos iniciales de discernimiento, sino a la comunidad en general.


Una realidad que habla

Párrafo aparte en su alocución, Paniagua destacó el recibimiento que siempre tienen por parte de la zona rural cuando la visitan.

“La gente nos espera, la gente quiere más de Dios en sus vidas. Lamentablemente al haber pocos sacerdotes la pastoral es muy esporádica en la zona rural”.


Mensaje a los hombres que quieran imitarlo en su servicio

“Invito a los hombres a participar, tienen que escuchar el llamado de Dios, EL te va a capacitar, enviar y mostrar el camino, pero tenés que ser obediente y en la obediencia está justamente el discernimiento”.

Al finalizar expuso no sólo su mirada de escucha permanente y acompañamiento a quien lo necesite, sobre todo en situaciones adversas, pero fundamentalmente subrayó en su deseo de ver otro diácono en Victoria.-

 
 
 

Comments


NOSOTROS

La Diócesis de Gualeguaychú fue creada en 1957. Su obispo es Mons. Héctor L. Zordán y la sede del obispado se encuentra en la ciudad de Gualeguaychú. 

CONTACTO

Calle Mons. Chalup Nº 30

(2820) Gualeguaychú - Entre Ríos - República Argentina 

Teléfono: 03446-426336

Mail: obispadogchuer@gmail.com

SUSCRIBIRSE
  • Grey Facebook Icon
  • Instagram
  • Whatsapp
  • X
  • Gris Icono de YouTube

© 2003- 2024 Obispado de Gualeguaychú. Creado con Wix.com

bottom of page