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ASAMBLEA DIOCESANA

"Sean uno para que el mundo crea"

La Asamblea Diocesana se inició en 2009 como un espacio de "encuentro fraterno de los diversos miembros del Pueblo de Dios, que a la luz de la Palabra de Dios y abiertos al Espíritu Santo, busquemos orientaciones y objetivos comunes" para la Iglesia Diocesana

ASAMBLEA DIOCESANA

2009-2010

ASAMBLEA DIOCESANA 2012

ASAMBLEA DIOCESANA

2014

El proceso de Asamblea Diocesana comenzó en 2009 y luego de un año de preparación en las parroquias y zonas pastorales vio tuvo momento más importante la reunión de más de 700 agentes pastorales que definieron las orientaciones pastorales para la Diócesis de Gualeguaychú.

El lunes 20 de agosto de 2012 se realizó una nueva instancia en el Club Independiente de Gualeguaychú con 650 representantes para profundizar en los objetivos específicos fijados por la anterior asamblea y evaluar el camino recorrido. 

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Asamblea Diocesana 2012

CARTA PASTORAL DE MONS. ZORDÁN

Al cumplirse los primeros seis meses de mi servicio pastoral en esta diócesis de Gualeguaychú, y con la alegría de este tiempo compartido, me dirijo a todos –comunidades parroquiales, grupos, movimientos, creyentes en particular– para hacerles llegar mi saludo cordial y fraterno.

 

Memoria agradecida del camino recorrido

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Por gracia de Dios tuve oportunidad, en este tiempo, de recorrer casi todas las parroquias, ya sea acompañando las fiestas patronales, celebrando el sacramento de la confirmación o realizando una breve visita. Me he encontrado con los sacerdotes, los consagrados y los diáconos permanentes, y pude comprobar la generosidad con que sirven a esta porción del pueblo de Dios; estuve con diversos sectores de las comunidades parroquiales y constaté la alegría con que viven la fe, el esfuerzo por hacer presente el Reino de Dios en los distintos ambientes y la dedicación para construir comunidades fraternas y evangelizadoras. ¡Por todo ello doy gracias a Dios y a ustedes!

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El Papa Francisco, en nuestro reciente encuentro al finalizar el curso para los nuevos obispos, nos pedía no olvidar que Dios ya estaba en nuestras diócesis cuando nosotros llegamos; mi experiencia en este tiempo me da la certeza de que es así: Dios ha caminado con ustedes y ustedes con Él haciéndose su Pueblo, en estos sesenta años de vida diocesana; y yo, que soy casi el último en llegar, tengo la oportunidad de volver a encontrarlo aquí, en medio de ustedes haciendo camino…

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Entre otras cosas, descubro que fue Él quien hizo camino con ustedes en este tiempo de Asamblea Diocesana, cuando se pusieron a escuchar su voz y a discernir su proyecto para nuestra Iglesia particular: Escucharon su voz expresada en una serie de encuentros, en un proceso de diálogo, en un esfuerzo de reflexión y de acuerdos…; escucharon su voz cuando ustedes hablaban y discutían en los distintos espacios de encuentro –a nivel parroquial, zonal y diocesano–. Fue el mismo Dios quien caminó en medio de ustedes cuando inspiró, como conclusión de la Asamblea, las orientaciones pastorales que todos conocen.

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Continuidad del proceso pastoral de Asamblea Diocesana

 

Por ese motivo, y como ya lo hice en diversas oportunidades, quiero subrayar la continuidad del proceso de Asamblea Diocesana comenzado hace casi diez años y que tuvo diversas instancias, y la plena vigencia de las orientaciones pastorales surgidas como fruto de aquella.

 

Viene bien recordar una vez más que queremos ser “uno para que el mundo crea”, y que nos habíamos propuesto fomentar la espiritualidad de comunión para fortalecer nuestra misión, intensificando la formación permanente de los agentes pastorales, impulsando la pastoral familiar y promoviendo la dignidad de la vida humana.

 

Deseo que estas orientaciones sirvan de guía para la vida y para el servicio evangelizador de nuestra Iglesia Diocesana y de sus comunidades parroquiales.

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Fortalecer los consejos pastorales parroquiales

 

Sé que el proceso de Asamblea Diocesana dio un impulso muy grande a la constitución o al fortalecimiento de los consejos pastorales parroquiales. Quiero pedirles que ese logro no se pierda. Aprovechemos lo aprendido y ganado en esa oportunidad para que este espacio de discernimiento comunitario y de participación del laicado en orden a pensar la vida parroquial y a programar las actividades de la parroquia se consolide cada vez más.

 

Este organismo, junto con las zonas pastorales, el Consejo Presbiteral, el Consejo Pastoral y otros organismos diocesanos, son espacios que expresan la sinodalidad de la Iglesia –esa capacidad del Pueblo de Dios para caminar juntos escuchándonos, atendiendo a todos, acogiendo el parecer y aprovechando el aporte de cada uno para buscar juntos la voluntad de Dios– y garantizan el discernimiento de una comunidad que busca descubrir, conocer y realizar lo que el Espíritu quiere decirle a nuestra Iglesia diocesana (cfr. Ap 2,11).

 

Agradezco a los sacerdotes y diáconos permanentes la participación en los encuentros de zona y la preocupación por estar presente en las reuniones del Consejo Presbiteral; son espacios que debemos fortalecer cada vez más con nuestra presencia y con nuestro aporte creativo. A los laicos y consagradas les agradezco el esfuerzo por participar de las reuniones de los distintos consejos pastorales y de otros organismos eclesiales. Pido encarecidamente a los párrocos que no dejen de convocar y reunir periódicamente a los consejos parroquiales, y a todos que participen siempre que se los convoque. Que sean espacios donde cada uno aprendamos a hacernos cargo de la Iglesia; que sea una instancia donde se pueda no sólo programar y coordinar actividades, sino también, en lo posible, pensar la vida de la comunidad parroquial y su servicio evangelizador hacia afuera, identificando los desafíos y teniendo siempre como marco de referencia las orientaciones pastorales de las que venimos hablando.

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Les pido que compartan esta carta en cada comunidad leyéndola en las misas del primer  domingo de Adviento y haciéndola llegar a todos de la mejor manera posible; y que durante la próxima Cuaresma la reflexionen juntos en los consejos pastorales, en los grupos parroquiales y en todos los movimientos, sirviéndose de la guía orientadora que adjunto. De este modo nos iremos preparando para un encuentro diocesano de los consejos pastorales parroquiales en torno a Pentecostés del próximo año.

 

Deseándoles un fecundo Adviento y la cercanía materna de María –figura protagónica en la espera del nacimiento de Jesús–, les reitero mi más cordial y fraterno saludo e imploro para ustedes una abundante bendición.

 

+ Héctor m.ss.cc.

Obispo de Gualeguaychú

 

San José de Gualeguaychú; en la fiesta de Cristo Rey del Universo, 26 de noviembre de 2017.

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